
A veces se me olvidan mis propios pensamientos, luego mis múltiples yo empiezan a gritar en mi interior. Silenciarla es algo difícil cuando todas exigen sus necesidades y a veces son reclamos justos. Pero el caminar me ha enseñado que debes dar sin esperar recibir, que la vida no es lo que quieres y lo que esperas de lo demás, lo que tú necesitas no son las prioridades de tus amados. Que debes
seguir el camino y el mismo te mostrara que debes hacer y a donde seguir. Quizás no es lo que tú esperabas, pero siempre al mirar atrás será lo mejor que pudo pasar. Que hagas bien y no esperes pago, el pago lo debes encontrar en las cosas sencillas que dejastes de ver en el camino, por lo arduo de la vida diaria. Que los que amas no te tienen que hacer feliz, que tú eres quien tienes esa responsabilidad. El propio camino de tu vida te mostrara que será efímero y que será duradero. Tratare de no detenerme mucho tiempo, de caer y levantarme, de llorar y reír, de hacer lo correcto, de amar sin esperar paga; lo cual no significa que me envolveré en relaciones toxicas, de no tenerle miedo al cambio y no cambiar para complacer a otros, ni retener a nadie, aceptar que soy humana y amarme un poco más.