
Deja que tus besos me roben los minutos de este día rutinario. Elévame a lo sublime, después de pasar la linea del deseo. llenarme de besos, uno, cien, mil, hasta que la memoria no tenga números. Lleva lo mortal a lo inmortal, plasma tus huellas en mi piel. Llena mi cuerpo de rocío y de cantos de avecillas, que vibre mi piel al compás de tu música. Deja que mi cuerpo encienda la hoguera, porque no existe viento, ni agua que apague este fuego que por mi interior corre. Porque yo soy candela.
MELIZA SERRANO
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