Eres brisa suave
Que toca mi rostro
El roció húmedo
Que toca mi cuerpo
Eres tiempo diestro
Que paraliza mí reloj
Pintando toda mi orbe
Sacándome del hastió
Eres café, vino, ambrosia
Que alimenta mi espíritu
Cansado de las batallas
Mendigo de la pasión
Eres cielo e infierno
Ángel y demonio tu
Rompiendo el sino
Elevando mi esencia
Eres chispa que despierta
El volcán en mi dormido
Vibrando bajo tus dedos
Al compás de tus caricias
Eres la razón de mi risa
El que roba mis silencios
El que me parte el alma
El renacer de nuevas musas
Eres fuente de alegría
Bálsamo de mis heridas
Por un día, la eternidad
Tatuándote en mi alma
Meliza Serrano Caro derechos reservados
